¡El multigraph vuelve a Barcelona 130 años después!

En 1914 una técnica patentada en el siglo XIX resurgió de nuevo con fuerza. Un empresario fotográfico llamado José Alonso Gallofré decidió abrir un nuevo estudio en Barcelona en la calle Conde de Asalto 36. Era Marzo y todavía quedaban unos meses para que Europa, y luego parte del mundo, se batiera en las trincheras, en el mar y en el aire.

El estudio se llamó American Alograff. Un nombre que seguramente encajaba en una calle donde las realidades se confundía con las ilusiones.

En él se hicieron multigraphs al igual que en otros estudios de las principales ciudades españolas, la técnica volvía a estar atrapada en una patente y su difusión quedó restringida a unos cuantos estudios.

El tipo de retrato cautivó a una audiencia cada vez más deseosa de dejar una huella fotográfica que les sobreviviera. Artistas como Duchamp, Picabia, Ramón Gómez de la Serna o Pere Català Pic, entre otros, entendieron que el resultado fotográfico escondía algo poderoso.

Sin embargo, dos décadas antes, en el estudio de Antoni Gaudí el multigraph fue usado para poder tener una imagen 360° de los modelos que servirían para las esculturas de la fachada del nacimiento.

Después de tres años de investigación descubriendo las piezas desperdigadas de éste fenómeno visual, que recojo en el proyecto Crónica alucinada del espejismo, he culminado la idea de volver a crear multigraphs analógicos en color.

Para hacerlo posible hemos construido la estructura necesaria, analizado y replicado la iluminación y finalmente… introducir un proceso químico que ofreciera la posibilidad de ver la transformación de un negativo blanco y negro en un positivo color.

¿Quieres hacerte un multigraph?.

La sesión dura dos horas y consta de disparo directo en papel 8x10 con cámara de gran formato y su proceso químico hasta la copia final.

Una vez hecha la reserva nos pondremos en contacto contigo para cuadrar día y hora.